El médico tiene que ser más contenedor y atender las demandas y dudas de los pacientes.
Por Dr. Carlos Plotkin.
Presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología.
¿Cuáles son las complicaciones y los motivos más frecuentes de reclamo en su especialidad?
Las demandas en su mayoría son por cirugías. Y siempre el cuco de toda cirugía es la infección. También está comprobado que en los mejores lugares del mundo en donde se cuida y se vela diariamente por la asepsia total eso es casi imposible de logrará, de manera tal que si bien uno hace todo lo que tiene que hacer igual algún germen puede estar merodeando, y evidentemente el riesgo de infección existe. Por eso nunca se operan los dos ojos al mismo tiempo porque si hay un problema de infecciones en el quirófano o en el instrumental, posiblemente los dos ojos contraigan endoftalmitis, que es la infección temida luego de una cirugía de cataratas. Por eso también todo paciente operado de cataratas tiene que ser controlado indefectiblemente cada 24 horas para vigilar justamente que no haya algún signo de infección.
¿Qué otras situaciones de riesgo se presentan en la práctica?
Uno de los temas elgidos que se manejaron este año fue el óxido de pacientes para operarse de en el exterior. Hace un tiempo supimos que había pacientes carenciados que eran recolectados por médicos generalmente no formados en la Argentina, que tenían la función de recabar información sobre las condiciones visuales de esos pacientes. Luego los que tenían cataratas eran mandados por un convenio en el que aparentemente intervenían los cascos blancos de nuestro país con la embajada de Venezuela, en donde se los enviaba por un charter a ese país para ser operados de cataratas. Nosotros desde ya ignoramos quién los operaba, cómo los operaban, y demás. Esto generó una reacción de nuestra parte porque, lógicamente, primero pensamos en el paciente, y también en el hecho de que evidentemente cuando se opera muchas veces hay complicaciones y dichas complicaciones las íbamos a tener que atender acá, con todos los problemas que esto puede generar.
Esta situación realmente nos puso en alerta, e incluso llegó hasta oídos del Ministerio de Salud y finalmente sentamos el puntapia inicial de lo que se conoce como la Comisión Nacional de Prevención de la Ceguera. Se trató de buscarle alguna vuelta para que esos pacientes sean operados acá. Y a partir de este año se acordó una atención vespertina en los hospitales para cirugía de cataratas exclusivamente. Las clínicas privadas también van a colaborar con algunas cirugías en forma gratuita.
De hecho ya hemos detectado algunas complicaciones y no nos queda otra que solucionarlas acá.
¿Cree usted que en los últimos años se ha registrado un incremento de los reclamos por responsabilidad médica en los que la especialidad Oftalmología aparece involucrada?
Hubo un incremento en el último año. No son cifras todavía alarmantes. También tiene que ver el cúmulo de pacientes que se atienden, que de a poco se va incrementando. Pero hubo un mayor número de reclamos. Ante esto, por supuesto se han tomado todos los recaudos, empezando por la historia clínica en adelante, la cual hace que las cosas siempre están un poco más claras.
¿Los oftalmálogos en general instrumentan adecuadamente el consentimiento informado que determinadas prácticas requieren?
Si, se usan. Por ejemplo en las clínicas en donde yo trabajo tienen de rigor el consentimiento informado y el paciente sí o sí tiene que firmarlo. Después hay casos anecdóticos en donde el paciente los lee y no los quiere firmar, y recurre al familiar o a alguien que le explique mejor las cosas porque tal vez tiene temor. Pero en general los consentimientos existen, se usan, y no pasa nadie al quirófano si no lo firmó.
¿Observa que los pacientes se presentan con mayores cuestionamientos ante el especialista?
Yo creo que hay algo que ocurre, y que sucede en toda la sociedad, y es que el cuestionamiento está más extendido y cada vez es mayor. Pasa en todos lados, y hoy la autoridad por lo general se cuestiona, y con el médico también pasa lo mismo.
Además otro de los grandes problemas que tenemos es la alta tecnología. ¿Qué es lo que ocurre?, la alta tecnología la la que de ninguna manera le vamos a negar sus grandes virtudes- ha llevado a que a veces el paciente no sepa filtrar bien la información a la que tiene acceso. Entonces pasa que ley en algún lado que la operación de cataratas duraba 10 minutos, y si el médico tardó 12 empieza a preguntarse qué habrá pasado.
Y en esto también tienen culpa los médicos, porque muchas veces en el afán de que la operación o la práctica se realice, subestiman el procedimiento. Y nunca hay que subestimar la operación porque siempre hay complicaciones. El médico quizá peca de ser demasiado optimista, y quizá presenta las cosas como no son en la realidad.
Hay que respetar todo, principalmente la operación, decirle bien al paciente cómo es el procedimiento, explicarle qué riesgos tiene, hacerle firmar el consentimiento, y no fijar nunca tiempos porque los pacientes preguntan y están atentos.
¿Tienen desde la Sociedad Argentina de Oftalmología algún programa de prevención del riesgo para los oftalmólogos?
En general nosotros tratamos de que en muchos de los cursos que damos, que son realmente congresos por la envergadura y la cantidad de asistentes, incorporar alguna mesa o curso sobre mala praxis. En el Hospital Santa Lucía también se hacen cada tanto algunas charlas, y yo ahora tengo pensado incorporar -porque estoy a cargo del curso de especialistas-, toda la temática de mala praxis y la concientización del médico sobre lo que debe hacer.
Nosotros organizamos a fines del año pasado junto con los servicios de oftalmología de los hospitales del Gobierno de La Ciudad de Buenos Aires, un curso en donde una de las mesas precisamente abordaba este tema.
¿Percibe que dentro del ámbito de la oftalmología los profesionales han despertado un mayor interés por esta problemática?, ¿considera que se sienten alarmados?
Hay un gran interés porque ya todos saben que evidentemente el tema existe. Estamos alarmados. Y todo el mundo está conciente, y por eso se interesa tanto por la protección de un seguro.
¿Cuáles considera que son las principales recomendaciones a fin de prevenir situaciones de conflicto?
Yo creo que lo más importante para evitar un conflicto, sin duda es tener una buena relación médico-paciente. Y no solamente médico-paciente sino también con los familiares, o con los que vienen a la consulta con él.
El médico tiene que ser más contenedor y atender las demandas y dudas de los pacientes, principalmente después de las cirugías. Porque así como la relación debe ser buena previamente a la cirugía, y por supuesto durante, también lo debe ser después. Muchas veces, sobre todo los cirujanos, tienden a decir bueno, ya hice mi trabajo, ya está. Y casi siempre hay pequeñas cositas que surgen, o dudas que le quedan al paciente, y el cirujano a lo mejor sabiendo que hizo las cosas bien deja de darle la importancia que eso tiene, o no le presta tanta atención. Esto es un error y un causal de que el paciente se vaya a su casa y se quede pensando.
Es importante también tener cuidado con algo que muchas veces sucede, generalmente con una persona inexperta o con los ayudantes, como es decir cosas que no se debe durante el acto quirúrgico, por ejemplo: esto no funciona, o la tijera no cortaba, no?. Son todas cosas que el paciente registra, y aunque la tijera haya funcionado o no tuviera nada que ver, es algo que a le quedó en la cabeza.
Hay que tener mucho cuidado con lo que se habla entre profesionales durante la operación. Y obviamente tener bien registrado en la historia clínica todo lo que ocurrió: si el paciente concurrió a la consulta, si faltó, si se le administró algún antibiótico, si el paciente lo suspendió, si no hizo caso a las indicaciones médicas, todos los detalles.
Pero la base está ahí, en la relación pre, durante y pos quirúrgica; y en el registro de las cosas que se hacen y pasan.