Cuando un paciente ingresa a un establecimiento lo mínimo que se le debe ofrecer es seguridad.
Entrevista al Dr. José María Paganini, Presidente del CENAS.
¿Cuáles son las expectativas para estas Primeras Jornadas Internacionales y Segundas Nacionales de Calidad y Acreditación en Salud organizadas por el Cenas y la Cidcam?
Nosotros queremos instaurar en Argentina, y ojalá en Latinoamérica, el debate sobre la calidad y sobre cómo evaluarla. Generalmente se hacen congresos sobre el tema, pero nos interesa centrarnos en un aspecto práctico: primero debatir sobre lo que es la realidad, y después presentar experiencias concretas. Y no solamente experiencias de los establecimientos que han participado en autoevaluación y acreditación, sino que nuestra idea es que más adelante vengan los propios usuarios para que cuenten su experiencia.
Estas jornadas tienen, entre otros, un panel sobre los financiadores, quienes ya estuvieron en el primer encuentro. IOMA, que en la figura de su Presidente y su Vicepresidente es pionera en este tema, nos decía: ¿Vamos a promover la calidad pagando un porcentaje más a aquellos establecimientos acreditados?. Hoy IOMA ya sacó la resolución en donde afirma que se le pagará un 7 por ciento a los establecimientos acreditados. Y esto muestra un avance muy importante en cuanto a la participación. Por eso hay que recalcar especialmente que se ha concretado una propuesta tan importante como es la de IOMA.
También este año contamos con la presencia de invitados extranjeros. Es muy importante contar con la asistencia de un país como Chile, porque ellos reción están empezando y la acreditación está en la órbita del Estado. En Argentina el Ministerio promueve la evaluación externa, y si bien está bajo el control del Estado, la deja bajo responsabilidad de organismos privados.
Otra cuestión a destacar es que este año el Ministerio sacó una resolución creando la Comisión de Evaluación Externa, es decir, que ellos ya están en la etapa final de acreditar acreditadores. En el mundo una de las cosas que justamente se busca es cómo acreditar acreditadores. Y nosotros en el CENAS (Centro Especializado para la Normalización y Acreditación en Salud) y en la CIDCAM (Comisión Interinstitucional para el Desarrollo de la Calidad de la Atención Médica) estamos muy bien posicionados, cumplimos con todas las normas internacionales sobre qué significa un organismo de acreditación, incluso con estándares internacionales y organismos de apelación, entre otras cosas.
¿Cuántas clínicas y sanatorios ya han concretado la acreditación, y cuál es el tiempo que lleva la misma?
En cifras globales tenemos, tanto en el programa de autoevaluación como en proceso de acreditación, cerca de 200 establecimientos. Entidades acreditadas debemos tener casi 40, de las cuales muchas son de las provincias de Tucumán, Misiones, Entre Ríos y Buenos Aires. Ahora también se unieron las provincias de San Juan y Santiago del Estero.
En algunos casos viene la afiliación a través de la representatividad del organismo de clínicas local. Nosotros aconsejamos que asuma el liderazgo el organismo de clínicas, y esto se da a tal punto que en algunas provincias se han sumado establecimientos públicos también.
El tiempo es variado y depende de cada institución, pero en casos más o menos normales el tiempo es de 9 meses. En algunos establecimientos el proceso es más acelerado porque ya están preparados y han hecho otras evaluaciones, como las de normas ISO.
¿Cuál es el testimonio que reciben de aquellos establecimientos que se han acreditado?
Es realmente emocionante escuchar a los actores cuando cuentan cómo los benefició la acreditación. Espontáneamente ellos marcan un antes y un después.
Nuestra propuesta es administración moderna, no es nada impuesto, sino que lo que se promueve es que todo el establecimiento se reúna, que la gente arme debate. Por eso esto no es el trabajo de una persona sino que tiene que ver con cambiar el liderazgo institucional. Claro que esperamos que esto aumente cada vez más, que haya mayor participación de los establecimientos, y mayor participación de organismos de financiación. Pero mirando hacia atrás estas jornadas demuestran un gran avance.
¿Cuáles son los puntos más débiles que observan en las clínicas y sanatorios?
Uno de los puntos más débiles está en el sistema de información, generalmente no tienen indicadores.
La acreditación es de 1 a 4 años. Tenemos 44 estándares básicos que deben cumplirse en un ciento por ciento. A partir de ahí luego vienen los otros estándares, que por ejemplo para llegar a los 2 años deben cumplirse en un 70 por ciento; y de cumplir todos la acreditación es de 4 años. En donde se encuentran mayores limitaciones es en el desarrollo adecuado del sistema de información, en los indicadores de evaluación permanente, por ejemplo. Otra cuestión -que es fácil de corregir- es la del contacto con el paciente y su familia. Nosotros insistimos en que una vez que el paciente ingresa se le debe entregar una cartilla por escrito, no verbal, en donde se le indique cuáles son sus derechos: a recibir información sobre su enfermedad, a hacer preguntas, a ser tratado por su nombre y apellido; como así también indicarle cuáles son sus deberes. Y esta es un área que si bien se está incorporando todavía necesita un mayor desarrollo.
Otro tema es el manejo de guías clínicas y ateneos. Para que haya buena calidad de atención tiene que haber debate, y para que haya debate tiene que haber ateneos sobre las historias clínicas y los casos.
Mundialmente hay un tema muy importante que es el de la seguridad del paciente. Cuando un paciente ingresa a un establecimiento lo mínimo que se le debe ofrecer es seguridad: evitar que ocurran accidentes, malas interpretaciones de los tratamientos; todo lo que se conoce como eventos adversos. El establecimiento es un lugar muy complejo, cada vez con más gente dando vueltas alrededor del paciente, y a veces se producen estos eventos adversos que si bien no son intencionales, igual son un riesgo.
Hoy en día hay varios médicos y enfermeras sobre un mismo paciente, entonces a veces ocurre que un médico puede decir una cosa por la mañana y por la tarde puede ocurrir otra, pero el que lo atiende es otro profesional. La mala letra de los médicos también puede producir errores. Por eso nosotros pedimos no solamente que la historia clínica está completa sino que también sea legible.
¿Tienen dentro del programa algún módulo dedicado a la prevención del riesgo médico-legal?
Nuestro trabajo está totalmente relacionado con este tema. Nosotros empezamos con la idea de que el establecimiento debe tener una conducción adecuada. Muchas veces pasa, como es el caso de algunos establecimientos privados, que como han nacido de una manera muy familiar carecen de la estructura básica de una Dirección. Por eso pedimos que haya normativas claras y una estructura mínima: un Director Médico, un Gerente Administrativo y una Directora de Enfermería. Este es uno de los ejes, y el resto tiene que ver con los distintos departamentos y su calidad de gestión: el control de infecciones hospitalarias, el buen registro de la atención, la historia clínica, la existencia de normas y protocolos de atención, entre otros. Y por eso nosotros estamos muy ligados a lo que es la prevención del riesgo médico-legal.