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La cama solar, más peligrosa que el arsénico.
Septiembre - Octubre 2009


Cama solarDefinitivamente, las camas solares son riesgosas para la salud, de acuerdo a un estudio realizado en diversos países. La Dra. Graciela Mirta Ferraro, Presidente de la Asociación Argentina de Dermatología, amplía en esta nota, la información sobre el tema.

La Organización Mundial de la Salud dejó de considerar que la exposición a sus rayos “probablemente” produzca daño, para afirmar que los rayos UVA que emiten son considerados “cancerígenos”.
Según un informe elaborado por 20 científicos independientes de nueve países, las camas solares son tan peligrosas para la salud como aquellos factores catalogados como sustancias que producen cáncer en los seres humanos, entre ellos el amianto, el cromo, el arsénico o el gas mostaza.
A esta larga lista de "agentes cancerígenos", la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer le acaba de sumar los rayos ultravioletas. Hasta esta reciente clasificación, estos rayos se encontraban divididos entre UVA, UVB y UVC y catalogados como "posiblemente carcinogénicos".
Según la Dra. Graciela Mirta Ferraro, Presidente de la Asociación Argentina de Dermatología (AAD), hace bastante tiempo que los dermatólogos conocían los riesgos de las camas solares. “No sé por qué las organizaciones esperaron todo este tiempo para reconocerlo públicamente, pero los dermatólogos lo sabemos desde el momento que se comprobó por trabajos científicos que los rayos solares son cancerígenos”.
Antes de explicar cómo se produce el daño, la especialista enfatiza: “Primero hay que tener claro que el tostado es una defensa del organismo a los rayos solares”. Luego detalla: “La melanina, que es el pigmento que nos da color, actúa como si fuese un paraguas sobre el núcleo de la célula de la piel (queratinocitos) para protegerlos de su acción y cuando hace esto nuestra piel se ve tostada o con color. Cuando pasan estos rayos y alteran el núcleo se transforman en atípicos y la célula se hace cancerígena, este proceso es lento y lleva años hasta llegar a estas lesiones, el daño es acumulativo y la reparación que pueda hacer el organismo es insuficiente”.
La investigación difundida a través de la página web de la publicación Lancet Oncology por expertos de la IARC en Lyon -el brazo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicado a la investigación del cáncer- concluye que el riesgo de desarrollar un melanoma (el cáncer de piel más agresivo) se incrementa un 75 por ciento entre quienes se exponen regularmente a la radiación ultravioleta provocada por las camas y lámparas solares antes de los 30 años. “Si el daño acumulado comienza antes de los 17 años aproximadamente, la probabilidad de que una persona padezca un cáncer de piel es mayor a la de quienes no estuvieron expuestos a esas situaciones, especialmente si la persona sufrió episodios con quemaduras y ampollas”, dice la Dra. Ferraro.

¿Cuál es la diferencia entre tomar sol y tostarse en una cama solar?
Las camas solares son más peligrosas que el sol porque cuando -por ejemplo- vamos a la playa, tomamos todas variedades de rayos en proporciones diferentes, pero los infrarrojos, que son los que nos ponen colorados, hacen que dejemos de exponernos y nos resguardemos en la sombra. En las camas solares los rayos infrarrojos no están y no tenemos ningún marcador que nos diga que estamos excedidos, porque además la melanina no da color enseguida sino a las 48-72 horas.. En las camas solares solamente hay rayos ultravioletas A. Cuanto más tiempo se toma cama solar, más daño se acumula. Además de estar más expuesto a padecer lesiones malignas, la cara se verá envejecida, y la piel será más gruesa y amarillenta, con surcos y pliegues, manchas y queratosis (que son lesiones verrugosas, ásperas).


Regulación
Los investigadores a cargo de este estudio aclararon que el objetivo de la difusión de esta información es brindarle a quienes deben tomar medidas en el sector de la salud, conclusiones y herramientas útiles para su tarea.
Por el momento, “hay una norma en el gobierno de la ciudad (de Buenos Aires) que no esta reglamentada, que indica que en cada lugar que tiene cama solar debe haber un dermatólogo para regular su uso, porque la gente que esta a cargo no sabe que enfermedad de piel puede tener la persona que concurre y su aplicación ser nociva”, explica la Dra. Ferraro. La única medida es la prohibición de que los menores de 18 años acudan a sesiones de cama solar sin autorización de sus padres.
Por su parte, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires promulgó el 10 de septiembre de este año una resolución ministerial (3066/09) que prohíbe a los locales con camas solares brindarles el servicio a personas menores de 21 años.
A nivel nacional, La diputada nacional Alicia Comelli, presentó este año un proyecto de ley para la regulación de los solariums o camas solares que prevé la prohibición de exposición para menores de 21 años y mujeres embarazadas o en período de lactancia. Además, propone que quienes se bronceen en cama solar, firmen un consentimiento indicando que conocen los riesgos.
EL proyecto indica también que el Ministerio de Salud y los establecimientos que brinden el servicio de cama solar deben advertir mediante cartelería y folletería los riesgos de exponerse a los rayos ultravioletas. Además, cada cliente deberá tener una credencial renovable anualmente donde se registre la asiduidad con la que se tuesta en cama solar, su reconocimiento de cuáles son las drogas fotosensibilizantes, etc.

Además, la propuesta normaliza el uso de equipos y la infraestructura necesaria para los servicios de cama solar, ya sea en solariums, hoteles, o centros de estética y spas.


 

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