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“Los profesionales deberán aceptar que el error es un componente inevitable de la condición humana”


Dr. Claudio Rizzuti. Médico y miembro de la SAR. Entrevista al Dr. Claudio Rizzuti. Médico (UBA) especialista en Diagnóstico por Imágenes y en Administración y Gestión de empresas de Salud. Conferencista miembro de la Sociedad Argentina de Radiología (SAR) y coordinador del Capítulo de Seguridad y Protección Radiológica.


¿Cuáles son los eventos adversos más habituales en radiología?
Generalmente se los clasifican como:

Errores diagnósticos:
Errores de percepción: generalmente se deben a fatiga, interrupciones frecuentes y distracciones repetidas, malas condiciones de visualización, lesiones múltiples).

Errores de razonamiento: se debería contar con la mayor cantidad de información clínica posible; poder consultar los estudios e informes previos; evitar los diagnósticos instantáneos o rápidos; realizar esfuerzos conscientes para aumentar el número de diagnósticos diferenciales; poder consultar con colegas y con el médico que indicó el estudio antes de realizar su informe final; tratar de evitar guiarse exclusivamente por su propia experiencia y mantener la mente abierta a todas las posibilidades diagnósticas.

Errores aliterativos: suceden cuando el error cometido por un radiólogo en la primera interpretación se vuelve a repetir en controles posteriores realizados por él mismo o por otros colegas. El radiólogo suscribe los informes erróneos anteriores en forma acrítica “error de cortar y pegar”.

Errores por falta de conocimientos: se minimizan con capacitación continua, y sub-especialización, servicios por aparatos y sistemas y no por modalidades.

Errores por deficiente técnica radiológica: relacionados con incorrecta exposición, inadecuado centrado, anormalidades que quedan fuera de la imagen, incidencias inapropiadas, incorrecta elección de la modalidad de imagen, inadecuados protocolos técnicos.


Eventos adversos durante la exploración radiológica:
Radiología Intervencionista.

Reacciones adversas al medio de contraste.

Perforación de colon (enemas baritados, colonoscopía virtual).

Complicaciones de la sedación y la anestesia.

Eventos adversos originados en problemas de comunicación y organización general del servicio:
En el 10% de los casos el informe no fue entregado ni al médico ni al paciente correcto.

En otro 10% de las demandas se observaron demoras en la entrega del informe. En el 75% de estos casos el retraso influyó en la evolución del paciente.

En el 18% de las demandas se identificaron errores en el informe escrito. Estos errores determinaron una mala evolución en el 45% de estos casos.

En el 60% de las demandas en donde se discutió la comunicación de hallazgos inesperados significativos, el radiólogo no contactó directamente al médico responsable de la indicación.

Omisión de prescripción:
Este tipo de riesgos ha aumentado en forma constante en los últimos años y hoy constituye el 19% de todas las demandas por responsabilidad profesional que se relacionan con radiología. Ya se han publicado casos de radiólogos demandados por omitir la prescripción de estudios. Los más castigados actualmente son los radiólogos que realizan mamografías, que suelen ser demandados por no solicitar compresión localizada, magnificación o biopsias mamarias. Otros especialistas han sido demandados por no solicitar TAC luego de Rx convencionales en trauma cervical.

Caídas y golpes:
Entre el 5 y el 11% de los juicios a los radiólogos y a los servicios de radiología tendría su origen en caídas de pacientes, ya sea desde su altura, o bien desde las camillas o mesas de examen. También suelen incluirse en este grupo a todas aquellas lesiones producidas por la caída de aparatos sobre el paciente (ej. bombas) y a las ocurridas durante el traslado hacia o desde el servicio de rayos. La prevención en estos casos tendrá que ver con el mantenimiento preventivo del material rodante y de los equipos, con la identificación de los pacientes de riesgo (excitados, ancianos, polimedicados, etc.) y con la supervisión permanente.

¿Son frecuentes los reclamos por responsabilidad profesional en radiología?
Los especialistas coinciden en que los juicios a imagenólogos son de frecuencia y severidad intermedia entre los 7 niveles de riesgo de reclamo. Es un riesgo menor que el de las especialidades quirúrgicas y mayor que el de las especialidades clínicas. A medida que el diagnóstico por imágenes evoluciona hacia procedimientos invasivos el nivel de riesgo crece.

¿Observa una actitud proactiva de parte de los radiólogos en relación a la prevención del riesgo médico-legal?
Hay mucho interés por estos temas. Esperamos que cada vez más médicos e instituciones pongan en práctica programas de gestión del riesgo de reclamo. Sin embargo todavía falta recorrer bastante; en estos temas yo percibo en los médicos un formato mental muy similar al del infarto de miocardio en la población general: “Eso es algo que le ocurre a otros, y se solicita asistencia cuando el episodio ya se ha iniciado, en vez de prevenirlo”.

¿Tienen desde la SAR algún espacio destinado a la prevención de riesgos?
Sí, se trabaja desde un capítulo interdisciplinario de Seguridad y Protección Radiológica de la Sociedad, que incluye radioprotección, manejo confiable de los medios de contraste y un área novedosa dirigida al punto medular del pensamiento médico: el área de cultura de seguridad. Desde allí tratamos de cambiar los esquemas mentales pre-moldeados y los paradigmas que detienen el progreso de los programas de seguridad de los pacientes y los trabajadores de la salud. Para este año están programados talleres, jornadas sobre todos estos temas y la promoción del trabajo de consensos con otras sociedades científicas. Además estamos adaptando a la especialidad un modelo de encuesta de cultura de seguridad que está proponiendo el grupo de error en medicina de la Academia Nacional. Está traducido de un organismo internacional dedicado a la calidad de la atención: AHRQ (Agency for Healthcare Research and Quality). Muchas instituciones comienzan por esta encuesta para establecer una línea de base sobre la cual trabajar. Esperamos tener un espacio creciente en los congresos de la especialidad.

¿Cuáles son las principales recomendaciones para un ejercicio profesional sin riesgos dentro de la especialidad?
Las medidas son incontables, este tema parece no tener límites, pero me gustaría recalcar que si las instituciones de salud quieren realmente tomar medidas efectivas para reducir sus errores y aumentar la seguridad de los pacientes deberán asumir el desafío del cambio cultural. Los profesionales de la salud deberán aceptar la noción de que el error es un componente inevitable de la condición humana, aun tratándose de buenos profesionales acostumbrados a altos estándares de desempeño. Los errores deberán ser aceptados como evidencias de fallas de sistemas y no de carácter. Mientras no se den estas condiciones es poco probable que puedan implementarse progresos significativos. No haremos un sistema más seguro hasta que no decidamos realmente hacerlo. Parafraseando a James Reason: “No podemos cambiar la condición humana, pero sí podemos cambiar los sistemas en los cuales los humanos trabajan”.

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