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“Creemos que no hay mejor respaldo legal que atender bien a los pacientes”


APM se reunió con representantes de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y conversó, entre otros ejes, sobre distintos aspectos que hacen a la práctica profesional de la especialidad, con foco en la relación médico-paciente familia.
Participaron la Dra. Lucrecia Arpí, Secretaria de Educación Continua de la SAP y Coordinadora en Internación del Hospital Pediátrico Garrahan; La Dra. Nora Dackiewicz, Directora de Atención Pediátrica del Hospital Garrahan; y el Dr. Juan Carlos Ferrería, médico legista y Asesor Médico-Legal de la SAP.


EL CONSENTIMIENTO INFORMADO EN PEDIATRÍA

Dr. Juan Carlos Ferrería: El nuevo Código Civil, a partir de los 16 años, considera al adolescente “adulto para los temas relacionados con la salud”. Por lo tanto, puede consentir o no una determinada práctica quirúrgica, independientemente de la complejidad o no de la misma.
Antes de los 13 años se considera que no puede dar su consentimiento.
Entre los 13 y los 16 años, el adolescente puede aceptar, consentir -o no-, algún procedimiento que no sea “riesgoso para su salud o que ponga en riesgo su vida”. Pero éste es un término muy amplio, por eso yo les recomiendo a las sociedades científicas que traten de acotar y decirles a los asociados “estas prácticas nos parece que podrían entrar dentro de esto”; porque es algo que puede dar lugar a controversias dentro del ámbito de un reclamo.
Entre los 13 y los 16 años, cuando la práctica es de riesgo para la salud o pone en riesgo la vida hay que pedir la asistencia de los padres. El Código Civil dice muy claro “que sean asistidos por los padres”, no reemplazados. Los padres deben “asistir” al hijo en la toma de la decisión.
Ahora bien, es muy difícil, desde lo médico-legal, dejar algo por escrito y que sea tomado como tal, porque ¿qué es asistir?, ¿qué es riesgo para la vida?, ¿qué es intervención riesgosa?
Dra. Lucrecia Arpí: Además, una misma cirugía puede no ser riesgosa para un paciente y sí para otro. Hay tantas variables que no se puede generalizar y poner un límite y decir “hasta acá sí y hasta acá no”.

PREVENCIÓN DE RIESGOS / LOS CONSENSOS Y SU VALOR ANTE LA JUSTICIA

Dra. Lucrecia Arpí: El espíritu de la SAP es que no hay dos caminos diferentes, una para la mejor atención del paciente y otro para el respaldo legal. Creemos que no hay mejor respaldo legal que atender bien a los pacientes. Los consensos se hacen para la mejor atención de los pacientes. No hay una medicina defensiva.
Dr. Juan Carlos Ferrería: Muchas veces los médicos lo que quieren saber es “cómo me puedo salvar de un litigio”. Lo que le decimos es “atienda bien al paciente, documente bien lo que hizo”. Lo que dice la Dra. Arpí es fundamental: la mejor defensa del médico es hacer una buena praxis y una buena documentación de esa buena praxis.
Con respecto a los consensos, también hay que hacer una salvedad: muchas veces los consensos pueden ser cumplidos en determinadas circunstancias de tiempo y de lugar. O sea, los consensos son aquellas prácticas científicamente más validadas, con mayor evidencia científica, para ser recomendadas como las mejores; pero depende de las circunstancias de tiempo y lugar. Con los consensos hay que tener ese cuidado, son excelentes documentos, pero cuando es cuestión de analizar las responsabilidades hay que hacer salvedades.
Dra. Lucrecia Arpí: El lema de la SAP es: “Por un niño sano en un mundo mejor”. La SAP trabaja para la mejor atención de los niños, para que los niños puedan tener la mejor vida posible. No somos una sociedad que defiende a los pediatras, somos una sociedad científica, con lo cual el espíritu es otro.
Esta sociedad debe ser de las pocas que tiene una subcomisión de calidad de atención y seguridad del paciente. El centro de la seguridad del paciente es atenderlos bien.

PERFIL ACTUAL DEL PACIENTE QUE LLEGA A LA CONSULTA. ACCESO A LA INFORMACIÓN MÉDICA EN INTERNET.

Dra. Lucrecia Arpí: En este aspecto los pediatras tenemos un ejercicio que por ahí otras especialidades no tienen: la madre llegue al consultorio con la opinión de la abuela, la suegra, la prima… Los pediatras estamos acostumbrados a que la gente venga con un montón de información y fue justamente eso lo que nos protegió y ayudó a acomodarnos más rápido que al resto, y a que no nos resultara agresivo que nos dijeran “yo busqué en Google…”.
Los pediatras somos más plásticos y nos enojamos menos cuando la gente trae información de afuera. Los pacientes están más informados pero los pediatras tenemos más cintura. El pediatra es un integrante más de la familia y está acostumbrado a negociar. Uno les dice a los papás que está bien que busquen información pero que hay que tener cuidado, que las fuentes en internet son múltiples, algunas muy buenas y otras malas, y que cuando lean algo que les genere dudas que nos pregunten.
INFORMACIÓN PARA LA COMUNIDAD / RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE/FAMILIA

Dra. Lucrecia Arpí: En la página de la SAP hay un espacio donde se desarrollan contenidos para la comunidad. Por ejemplo: qué pasa con la moda de no vacunar, etc. De todas formas es difícil porque no hay un libro de crianza que diga esto es lo que hay que hacer con un niño. No hay recetas para la comunidad.
Dr. Juan Carlos Ferrería:No se trata solamente de la relación médico-paciente, también está la institución. Algunas instituciones respetan y favorecen la relación y otras la destruyen. Un paciente que tiene que hacer una espera de un día para sacar un turno habla de una violencia institucional enorme. Ese paciente maltratado por una institución que está mal organizada, que no tiene recursos, etc.; llega al pediatra y muchas veces la relación médico-paciente ya está rota por culpa de la institución.
Hay que trabajar para que las instituciones sean amigables y eficientes. A veces cuando las instituciones son grandes es difícil. En el caso del Hospital Garrahan se trabaja mucho en este sentido, incluso tiene una Dirección de Atención al Paciente.
Dra. Nora Dackiewicz: Además una cosa es el ámbito público y otra el privado. Por ejemplo, antes en el Garrahan se deban turnos para determinadas especialidades para dentro de tres meses. Hoy eso ya se eliminó, se fueron acortando los plazos, para que la gente no tenga que esperar. En el Garrahan nos interesa muchísimo que la gente no sea maltratada o tenga que esperar desde la madrugada para lograr un turno.
Pero el pediatra, el médico en general, en el ámbito privado es otra cosa. Hay mucha precarización del trabajo.
Dra. Lucrecia Arpí: Creo que hay un pediatra para cada familia. Hay mamás que prefieren esperar dos horas y que cuando le toque a su hijo lo atiendan dos horas también, y hay pediatras que tienen una enfermera que desviste al niño, le mira el carnet de vacunas, lo pasa al consultorio donde el médico lo revisa y la madre pasa luego a vestir el niño a otro consultorio; y a esas mamás no les molesta.
Hay muchos modelos, tantos como pediatras, instituciones, pacientes y familias.




 

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