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Todo lo que hay que saber sobre Historia Clínica Electrónica (HCE)




- ¿En qué consiste la digitalización de una historia clínica? ¿Es lo mismo que una historia clínica manuscrita en otro soporte?
Para empezar sería bueno aclarar que muchas veces utilizamos el término “Historia Clínica Electrónica” para referirnos al conjunto de herramientas necesarias para que un prestador de salud (sea un médico en el consultorio, o un centro médico más grande), pueda atravesar de forma integral el proceso de digitalización. Para lograr eso, la historia clínica propiamente dicha, pasa a ser un módulo central, pero que va a trabajar de forma integrada con otros módulos del sistema, como podrían ser la gestión turnos y facturación. Algunos empiezan a llamar a estos sistemas “Sistema de gestión médica” o “HIS” por sus siglas en inglés (Health Information System), pero últimamente se empezó a utilizar más el término HCE para diferenciar a los sistemas con foco en la parte médica, de los puramente administrativos.
Habiendo dicho eso, la HCE definitivamente no es lo mismo que la historia manuscrita pero en otro soporte. La HC de papel junta diversas funcionalidades tales como el registro propio del profesional, la comunicación entre los distintos profesionales que actúan sobre un paciente, la legalidad, y el registro interno para posterior facturación, bajo un mismo soporte y formato, mientras que la HCE permite desglosar esas tareas en distintas funcionalidades potenciando cada una de ellas. Por otro lado, la HCE genera un mundo de posibilidades a la hora de utilizar la información generada, mientras que la HC manuscrita va a quedar “encerrada” en el papel. Este mundo de posibilidades va desde generar ayudas y recordatorios para los profesionales, generación de información para realizar investigación y estadísticas, y compartir la información con los pacientes.

- ¿Qué ventajas tiene la HCE para el paciente, para el profesional de la salud (médico) y para la institución?
A continuación se enumeran algunas ventajas puntuales para cada uno de los actores. Más allá de eso, si se trabaja con una solución integrada, se generan sinergias que mejoran a todo el sistema de salud, más allá de las mejoras individuales de cada uno de los actores.

Profesionales de Salud:
- Información más clara y completa sobre sus pacientes en el momento de realizar la atención.
- Recordatorios y ayudas para tratar mejor a sus pacientes, y reducir errores.
- Herramientas específicas para mejorar la atención de sus pacientes.
- Obtención de estadísticas para investigación.

Institución:
- Automatización de tareas repetitivas.
- Mayor seguridad de la información.
- Liberación de espacio destinado al almacenamiento de archivos.
- Generación de métricas y reportes que mejoren la gestión.

Paciente:
- Mejor y más segura atención por parte del profesional.
- Reducción de tiempos al no tener que repetir cuestionarios.
- Mejor acceso a su información.

- El uso de plataformas online y la digitalización de la información médica implica un manejo distinto de información sensible sobre los pacientes. En este sentido, ¿cómo se garantiza la seguridad de la información en estas plataformas y cómo se garantiza la confidencialidad de dicha información?
Tanto la ley de protección de datos personales de la Argentina, como la ley del ejercicio de la medicina proveen el contexto adecuado para la implementación de un sistema de HCEs online. En Argentina no tenemos una ley de HCEs tan específica y extensa como las de otros países como Estados Unidos, pero de todas formas alcanza para garantizar absolutamente la seguridad y confidencialidad de la información. Mientras que el proveedor utilice sistemas de encriptación de la información para mantener la información segura, y se trabaje con un sistema de accesos suficientemente desarrollado como para que cada usuario solamente pueda acceder a la información que le corresponde según su tarea, brinda muchísimas posibilidades para que sea enormemente más segura que la HC manuscrita.

- Desde el punto de vista de los costos, ¿qué ventajas tiene para una institución la utilización de softwares o plataformas online para gestionar la atención médica de sus pacientes?
Desde el punto de vista de los costos, un sistema en la nube mejora enormemente la ecuación financiera al momento de comenzar a utilizar un sistema. Principalmente, el ahorro en costos de infraestructura, que incluyen tanto la compra de servidores en los cuales alojar los sistemas, y toda la información que se genera, así como el costo del mantenimiento de esa infraestructura.
Utilizando un proveedor en la nube, podrá pagar un costo mensual que incluirá el hosting, probablemente en servidores sofisticados y de alta seguridad que probablemente serían inaccesibles para un cliente que no tenga gran envergadura, así como el licenciamento por el uso del sistema. A su vez, los sistemas en la nube incluyen en la mismo costo mensual todas las actualizaciones necesarias para la versión más actualizada del sistema.

- Leí en la página web de OMNIA que ofrecen una historia clínica digital basada en problemas, ¿en qué consiste?
La denominación “Historia Clínica Basada en Problemas” surge mucho antes de que comience la digitalización de la información, simplemente como una forma más eficiente de organizar la información médica. Tiene que ver con otorgar distintas categorías a la información para mejorar su acceso posterior, tales como “problema activo”, “problema crónico”, “procedimiento”, u otras categorías que pueden variar según el autor del sistema.
Luego, la informática médica utilizó el mismo sistema para el desarrollo de las historias clínicas electrónicas, ya que entendieron que la utilización de la información que se genera justamente iba a ser uno de los mayores activos. De hecho, en Estados Unidos, parte del marco regulatorio obliga a los proveedores a que las historias clínicas electrónicas que se deseen implementar sean basadas en problemas.
Además de todo esto, a la hora de trabajar con los problemas en sí, existe la posibilidad de consumir servidores terminológicos, que le agregan “inteligencia” a los problemas que se están ingresando, permitiendo detectar errores, refinar términos y obtener códigos de diagnósticos que se utilizarán para facturar o investigar, sin que el médico o el personal administrativo tengan que realizar ninguna tarea extra.

- Hoy es cada vez más frecuente escuchar hablar de los “e-pacientes”. ¿Qué se entiende por “e-pacientes”? ¿Cómo te parece que modifica (o no) la relación médico-paciente?
Actualmente, el modelo de negocios de todos los prestadores de salud está basado en las transacciones que suceden entre los mismos y sus pacientes. En el caso de un médico, por ejemplo, la única forma de generar esa transacción es a través de una visita presencial. Con la implementación de nuevas tecnologías se empiezan a abrir nuevos canales de comunicación entre los actores: las más básicas, y las primeras que se nos vienen a la cabeza, podrían ser chats o videollamadas, pero incluso podrían ser mediciones biométricas que estamos tomando utilizando algún dispositivo conectado a internet, y que nuestro médicos reciba de forma periódica, o los resultados de alguna aplicación que estemos usando para trackear nuestra salud. Como mencionaba al principio, estas implementaciones, además de una limitante técnica -que cada vez es menor- requerirá un modelo económico nuevo para que los prestadores de salud puedan impulsar estas formas de tratamiento.

- Ante el uso de estas nuevas herramientas, ¿cómo juega la brecha digital generacional que existe entre los profesionales de la salud?
En mi experiencia trabajando en el rubro no logré identificar un patrón que me haga pensar que médicos de mayor edad tengan dificultad mayor para implementar nuevas tecnologías. Es cierto que un profesional más jóven, al estar acostumbrado a utilizar muchas herramientas digitales para su vida personal, esté un poco más inclinado a digitalizar su práctica lo antes posible, pero la medicina de por sí es una disciplina que requiere estar constantemente actualizado y en línea con lo que se hace en otros lugares del mundo. En cuanto los profesionales toman la implementación de nuevas tecnologías de la misma forma que consideran novedades en tratamientos clínicos o patologías, por lo general son igual o más entusiastas que generaciones más jóvenes.

- ¿En Argentina están dadas las condiciones para la implementación de plataformas online? Me refiero a conectividad, acceso a internet, tanto en instituciones de salud como en la población. ¿Ustedes tienen clientes en todo el país? ¿Conocen cuál es la tendencia a nivel nacional?
Si bien Argentina aún tiene un camino que recorrer para garantizar el acceso a internet de alta disponibilidad, definitivamente creemos que están dadas todas las condiciones para que crezcan enormemente las implementaciones basadas en la nube, en línea con lo que está sucediendo en todo el mundo. En nuestra empresa tenemos clientes por todo el país, con excelentes condiciones. La penetración de usuarios de internet está arriba del 80%, según el último informe de CEPAL, lo cual son cifras bastante alentadoras, tomando el conjunto de la población. El mayor desafío para los próximos años, creo que va a ser otorgarle a los prestadores médicos alejados de zonas urbanas, conexiones estables y de banda ancha, para que no queden aislados de este tipo de avances.

- Para terminar, las HC manuscritas muchas veces presentan deficiencias en su confección. Teniendo en cuenta el valor probatorio de las mismas en los juicios por responsabilidad profesional médica o institucional: ¿Qué mejoras ofrece la HCE? ¿Cómo se instrumenta la firma de los profesionales y el llenado de la información? ¿Es posible digitalizar todas las prácticas médicas? ¿Cómo se instrumenta la firma de los consentimientos informados y cómo se procede a en la entrega de la HCE en el caso de ser requerida por la Justicia?
Como comentaba anteriormente, una de las ventajas de la HCE es que permite agregar funciones específicas para cada una de las aplicaciones de la HC que superan ampliamente al papel. Para el caso de la seguridad de la información, se permite tener accesos con usuario y contraseña que restrinjan lo que pueda hacer el usuario de acuerdo al nivel de acceso que tenga. También se puede mantener un registro absoluto de quienes fueron los usuarios que ingresaron al sistema, qué información visualizaron, y cuáles fueron las acciones que realizaron dentro de la HCE de un paciente.
Con respecto a la instrumentación de la firma, con la implementación del útlimo Código Civil en la Argentina, se generó bastante confusión en este punto. Hasta ese momento, la única figura legal que existía para entidades privadas era la de la firma electrónica, con lo cual todas las implementaciones y desarrollos estaba realizados dentro de ese marco. Con esa modificación, de alguna forma se dejó sin efecto la firma electrónica por la firma digital. El problema es que la implementación de la firma digital requiere cierto trabajo, inversión y educación, que definitivamente no se completa de un día para el otro. Esto genera bastante confusión, ya que alguien ajeno a la industria pensaría que la única opción es implementar desde cero con firma digital, mientras que la realidad demuestra que ninguno de los grandes prestadores de salud operan con una firma digital para los profesionales de salud, sino que usan firma electrónica. Más allá de esto, grandes referentes, como el HIBA, se encuentran en estadíos bastante avanzados, acercándose a una implementación.
Actualmente se pueden digitalizar todos los aspectos de la HC, con la excepción de los consentimientos informados, que deben ser firmados en papel y almacenados. En el caso de que un juez requiera una HCE, en la mayoría de los casos se imprime una copia de la misma, agregándole una hoja al principio en la que el profesional a cargo de la institución aclara que la misma se realizó utilizando una HCE, que cuenta con todos los mecanismos de seguridad para garantizar la veracidad de la información. En caso de que el juez lo requiera, se podría solicitar algún tipo de peritaje informático para confirmar que esto era cierto, pero en la gran mayoría de los casos eso no resulta necesario.

Por Graciana Castelli para APM.




 

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