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“Lo importante es tener pautas claras de trabajo”. Agosto 2007

Entrevista al Dr. Alejandro Botbol.
Director Médico UAI SALUD, Hospital Universitario.

Dr. Alejandro Botbol.

- En los últimos años, ¿observa un incremento considerable de los reclamos por responsabilidad profesional médica?

Incremento hay en todas las estadísticas universales. En este sentido, afortunadamente nuestra experiencia es muy positiva porque el nivel de reclamos que nosotros hemos tenido en el Hospital Universitario es sumamente bajo. Hoy puedo decir que no tuvimos una sola demanda en 6 años de funcionamiento, y esto tiene que ver con muchas cosas: principalmente con una estrategia de prevención que se inicia antes de que llegue el paciente a la institución; con un cuerpo médico muy comprometido con lo que hace; con cursos de capacitación permanente; con un área de legales que trabaja dentro de la institución, y con una Dirección Médica que además tiene una asistente que recorre permanentemente el hospital; entre otras cosas.

- ¿Cuáles son las principales normativas y medidas de prevención que se implementan en el hospital para evitar o minimizar los factores de riesgo médico-legales?

La detección de situaciones de riesgo para nosotros tiene múltiples puertas de entrada: los empleados administrativos, el sector de enfermería, el plantel médico, la asistencia de la Dirección Médica en persona. Toda esta gente está siempre relevando potenciales situaciones de riesgo. Y frente a una situación así ya estamos en alerta, eso ya es un conflicto potencial en donde adoptamos todas las medidas de profilaxis que podemos: desde optimizar la relación médico-paciente -como por ejemplo el hecho de que si a ese paciente en cuestión lo está manejando un staff lo pase a supervisar directamente el jefe del servicio-; o si es un paciente de una especialidad puntual, automáticamente le informamos al consultor que tenemos en esa especialidad. En fin, le damos la máxima prioridad.
También creo que hay dos cosas muy importantes: primero que tenemos el Departamento de Legales aquí mismo, es decir, que tenemos una abogada dependiente de jurídicos presente permanentemente. Y además un médico legista, que es el jefe del Departamento Quirúrgico, que supervisa personalmente cualquier conflicto potencial. Entonces todo lo que hay para hacer desde la institución para intentar resolver el problema se hace. Esta es nuestra estrategia, ambas son cosas fundamentales. 
Tener a alguien especialista en medicina legal dentro de la institución es fundamental porque una de las cosas más importantes cuando uno tiene que ver el problema es sacarle el componente afectivo. En general los médicos, ante este tipo de situaciones, lo primero que les pasa es que se sienten contrariados por la posibilidad de un conflicto frente a un paciente al cual se intentó hacer todo lo posible para que ande bien. Y cuando pasa esto hay que verlo sin esa carga afectiva que se tiene depositada. Entonces esto se vuelve muy útil porque se puede ver el problema desde una óptica totalmente profesional, desde la parte médica y desde la parte legal.

- ¿En la práctica cotidiana se evidencia el deterioro de la relación médico-paciente?

No lo creo. El hospital trata de responder con niveles de calidad lo más altos posible. En ese sentido tengo que reconocer que tenemos un nivel de queja sumamente bajo, e incluso detectamos el problema antes de que la queja se produzca. 
Inmediatamente cuando detectamos un problema citamos al paciente, recogemos su inquietud y le damos una respuesta. Y eso lo hacemos sistemáticamente; por eso digo que hay un mecanismo de atención en donde la queja o situación de conflicto potencial entra por puertas múltiples. Todo el mundo sabe que hay una persona en el área de la Dirección Médica que está recibiendo estas situaciones y que algo va a hacer con ellas.

-¿Han experimentado reclamos contra el personal del servicio de enfermería, teniendo en cuenta que es una de las profesiones que poco a poco también va aumentando su índice de litigiosidad?

Para trabajar bien con enfermería hay que integrarla en un plano de igualdad al del cuerpo médico, y formar lo que se conoce como equipo de salud. 
Para que la idea de ‘equipo de salud’ se plasme en una realidad tangible esto tiene que ser una cuestión actitudinal y formar parte del discurso. Nuestros médicos aprenden de lo que nosotros hacemos y no de lo que decimos que hacemos. Y en esta institución hay 5 departamentos: el Departamento Quirúrgico, el de Medicina Interna, el de Terapia Intensiva, el de Cardiología y el de Enfermería. Y este último está integrado a los otros departamentos. Hay una jefa de enfermería que discute al mismo nivel que los otros jefes de departamentos, y entonces se da una integración en la prevención y en el trabajo diario. Los supervisores hablan con los jefes de los distintos departamentos médicos y están en permanente comunicación porque son sus colaboradores directos. Además desde la Universidad tenemos la carrera de enfermería, y todo esto lo vivencian los alumnos que están estudiando, de manera tal que vean cómo se debe trabajar en un equipo de salud. Los alumnos también van a aprender de lo que nos ven hacer a nosotros, y esto es muy importante para trabajar en equipo, y para entender que el problema no es ni de un lado ni del otro y esto se convierta en un conflicto entre médicos y enfermeros. De hecho, no tenemos este tipo de conflictos. Por supuesto que hay situaciones de tensión en donde todos los sectores están involucrados, pero también en donde todo el mundo se alinea en buscar una solución.

- ¿Hay una actitud pro activa de parte de los médicos en cuanto al correcto registro de las atenciones realizadas en las historias clínicas, y la implementación de los consentimientos informados?

En nuestro caso esto tiene que ver con la estructura misma del hospital, y no solo con la organización sino también con quienes la gestionan. Uno puede tener el mejor manual sobre cómo hacer una historia clínica, pero si no se aplica vamos a tener una historia totalmente defectuosa. El tenerlo no garantiza el producto.
Tenemos normas para las historias clínicas, de hecho las mismas fueron diseñadas por los diferentes jefes de los departamentos del hospital. Cada uno de ellos las ajustó a sus necesidades, y entonces como todos somos partícipes de algo, ese algo es de todos y todos nos ocupamos de que se cumpla. Y eso hace que realmente todo el mundo se sienta representado y que las historias clínicas sean realmente buenas. Aún así, ahora con la apertura de las residencias que comenzaron el año pasado, insistimos en que se haga una supervisión directa sobre lo que se escribe en las historias. Me parece muy bien que los residentes hagan su aporte, en tanto y en cuanto eso esté certificado por los médicos del staff. Y esto para un médico que se está formando es también un desafío importante. 
Volviendo a la parte inicial de la pregunta creo que esto tiene que ver con dos cosas: con el instrumento, que considero que es adecuado para lo que tenemos, y con quienes lo gestionan. Hay una conciencia colectiva, y un cuidado de la institución por todos y de todos por la institución. Y esto se logra porque se va generando una cultura institucional en el lugar. O sea, que no se trata de un problema individual sino de una respuesta institucional. 
Tiene un gran valor el hecho de que nuestro hospital, que es un hospital universitario, como tal es cerrado. Es decir, hay un respaldo institucional hacia los médicos, ellos se sienten parte de la institución. No son médicos que vienen a hacer algo y también trabajan en 10 lugares al mismo tiempo. De hecho acá el que más trabaja lo hace en 2 o 3 lugares más, que son algunos especialistas consultores, y el resto está full time. Y como no es un lugar abierto, cuando la gente viene los médicos son los mismos y conocen las normas.

- ¿Considera que los médicos practican una medicina cada vez más defensiva teniendo en cuenta la amenaza que genera el aumento de los reclamos por responsabilidad profesional médica evidenciado en los últimos años?

Creo que cuando uno puede tener una buena relación médico-paciente, cuando puede hablar bien con la familia, uno no hace una medicina defensiva. Si se habla bien con el paciente y se puede de algún modo establecer una comunicación, con todo lo que esto significa, que no es pasarle un mensaje sino también asegurarse de que él y su familia comprendan lo que uno le dice, y poder bajar al nivel del paciente y poder tener el mismo código de comunicación; se hace algo excepcional el tener un inconveniente. Y me parece que cuando esto pasa es porque este proceso no se dio. 
Hay un montón de procesos que trabajan sobre esto: la experiencia, el tiempo –no es lo mismo un paciente que uno viene siguiendo que otro que entra y hay que resolver lo que tiene ya-. Y como todo proceso en donde intervienen múltiples variables se convierte en algo complejo, pero lo importante es tener pautas claras de trabajo para manejar cada una de esas variables. 

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