Dr. Luis Álvarez Juliá: La importancia de la historia clínica y el consentimiento informado.
Juez de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Director Académico
para Sudamérica de la International Judicial Academy.
Un tema importante para destacar cuando se piensa una posible
responsabilidad médica, es que tenemos que tratar de no hacer
medicina defensiva, sino tomar las prevenciones necesarias que esta
nueva relación prestador-paciente requiere.
He podido advertir cómo evolucionó la relación médico-paciente. El
idilio de esa relación se modificó.
Antes existía el médico de familia, de cabecera, que no
necesariamente era clínico. A él se acudía como primera instancia; y
cuando el tema lo excedía derivaba a otro especialista. La confianza
del paciente al médico era total. No tenía nada que discutir ni
hablar.
Hoy esa relación es distinta y cada parte debe tomar precauciones.
Desde el punto de vista médico, esas precauciones son varias, pero
detallaré 2: el consentimiento informado (que es pre acontecimiento)
y la historia clínica (que es concomitante o pos acontecimiento).
El consentimiento informado. Cuando se intentó modificar el
código civil con un proyecto único donde se corregía arduamente lo
que era la responsabilidad médica, mucha gente empezó a pensar cómo
el médico podía resguardarse de los posibles pleitos que con
posterioridad vinieran.
La Dra. Highton, hoy miembro de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, estudió mucho esto, quizás porque su marido es médico, y
escribió el primer libro de envergadura sobre consentimiento
informado.
Desde la experiencia propia lo vemos en los actos quirúrgicos casi
exclusivamente, también en estudios de naturaleza invasiva
(endoscopias por ejemplo), y no mucho más allá. El tema no se ha
desarrollado, pero puede ser que invirtiendo tiempo en esta materia
evitemos inconvenientes y temores.
Ya saben lo que es el consentimiento informado: que todos entendamos
lo mas fácil posible qué es lo que se nos va hacer, los riesgos,
etc. Pero no todos tienen la capacitad de transmitir con claridad.
Por eso, así como nosotros los jueces tenemos nuestros manuales
con terminologías médicas para poder entender una pericia, los
médicos deberían tener guías que les expliquen cómo desarrollar,
brindar y obtener el consentimiento informado de acuerdo a las
distintas tipologías de pacientes. Lo importante es adelantarse
a los hechos, salvaguardarse. En esto podrían participar las
asociaciones médicas.
El tema de la historia clínica. Los médicos las confeccionan y
nosotros las padecemos. La letra, la ortografía, el orden, la forma
de llevarla, la no delegación, etc. Las hacen complicadas de leer.
El responsable es la persona que debe redactar la historia clínica,
el protocolo quirúrgico, todo con detalles. Errores hay siempre,
aunque tomemos precauciones, pero no los cometemos de mala fe. Lo
importante es que uno haya agotado los médios que estan al alcance
para evitar el error, y de esa forma es muy posible que ese error no
sea imputable. Además, conocer las incidencias que no tuvieron un
final con daño permite evitarlas en la posteridad. Eso ayuda a
prevenir consecuencias daños de eventos o hechos futuros.
Lo último que quiero tratar es el tema de los peritos médicos y del
cuerpo médico forense. Con Highton hemos hablado de introducir
cambios en el cuerpo médico forense, planteamos la recertificación
de los peritos, etc.
La IJA ha publicado un libro que contiene los datos de todos los
médicos que han sido recertificados, para que los jueces puedan
chequear los médicos que están recertificados dentro de la lista que
mandan. Lamentablemente tenemos esa cortapisa reglamentaria que es
el sorteo del perito, la no elección, y eso es porque no se cree en
nosotros, creen que vamos a nombrar a los amigos. Hasta los 80 eso
no era así. Tenemos que modificar el reglamento.