Mejoramiento de la atención médica a través de la prevención del riesgo. Diciembre 2006
Por Dr. Pedro Lawson. Director Médico, Sanatorio San Lucas.
Desde hace muchos años la Dirección Médica del Sanatorio San Lucas viene trabajando en mejorar la calidad de la atención médica que tiene como objetivo lograr la satisfacción de los pacientes y la prevención del riesgo médico.
Esta tarea incluye a todo el equipo de salud (médicos, enfermería, kinesiólogos, técnicos, etc.), a lo que se le suma el área administrativa, mantenimiento, mucamas y servicio de catering.
Es nuestra responsabilidad y de todas las instituciones de salud evitar daños a los pacientes, como consecuencia de las falencias propias de la organización o de la atención de cualquier integrante del equipo de salud.
Es por todo esto, la importancia que tiene el supervisar los procesos de la atención médica como herramienta para la prevención del riesgo médico-legal, y la responsabilidad que le ocupa a la dirección.
La Dirección Médica no puede estar al mismo tiempo en la supervisión del 100% de los actos médicos, pero si debe dictar normas y poner a disposición de todo el equipo de salud aquellas alternativas que deben tener presentes, a las cuales pueden acceder, al momento de tener que tomar decisiones; esto les permitirá no sentirse tan solos ante las diferentes conductas. Esta modalidad de trabajo, sin ninguna duda, es beneficiosa para los pacientes.
Lo primero que hicimos en nuestra Institución fue definir cuál era nuestro objetivo como organización sanatorial, lo que nos permitió ver con claridad, cuál es nuestra complejidad, con qué recurso humano contamos y qué podemos ofrecerle a nuestra comunidad,
UN HOSPITAL NO PUEDE IMPROVISAR.
Pocas instituciones tienen la variedad de profesiones, trabajos, presiones y riesgos como un hospital; todos los profesionales de la salud deben saberlo, como así también la importancia de trabajar en equipo, cuáles son los derechos de los pacientes y de la buena relación que siempre debe existir entre los profesionales.
Derechos de los pacientes
Varias entidades han trabajado en la redacción de los Derechos de los Pacientes, inclusive la OMS, en una de sus declaraciones (marzo 1994) se ha explayado sobre este tema, incluyendo los derechos y deberes del equipo médico.
La Asociación Médica Argentina, en su libro ‘Código de Ética para el Equipo de Salud’, editado en el año 2001, dedica un capítulo a los Derechos y Deberes del Equipo de Salud y de los Pacientes. De la lectura minuciosa y crítica se desprende qué esperan los pacientes de los médicos; esto se refiere básicamente a lo actitudinal y no a lo técnico. Para algunos esto es difícil de entender y más aún ponerlo en práctica.
Trabajo en equipo (segunda opinión)
En general es una práctica poco frecuente utilizada por los profesionales médicos, habitualmente se llega a esto por pedido del paciente o de los familiares.
Nosotros consideramos que una ‘Segunda Opinión’, es una alternativa que los médicos deberían tener presente y ofrecerle al paciente que se sienta con libertad para hacerla, anticipándose y dejándolo asentado en la historia clínica.
Esta posibilidad es vista con agrado por el paciente, fortalece la relación médico-paciente, y siempre habla bien del médico.
Relación entre los profesionales
La buena relación entre los profesionales médicos, la buena comunicación, el diálogo fluido, generalmente evitan situaciones de conflicto, ya que los pacientes perciben con facilidad cuando esto no existe.
Cuando un profesional solicita una interconsulta, debe coordinarla, interiorizando a su colega de los antecedentes del paciente, de cuáles son las dudas diagnósticas para luego consensuar la información que se le dará al paciente y familiares; esto ha demostrado evitar inconvenientes futuros.
Ahora bien, también hemos aprendido de las dificultades que día a día se nos presentan, que es fundamental contar con información para poder ir corrigiendo los desvíos que surjan en los distintos sectores.
El contar con información es imprescindible para diseñar un plan de gestión estratégica en la prevención del riesgo médico.
Esto nos permite conocer cuál es nuestra realidad, establecer objetivos y evaluar resultados.
Para esto hemos desarrollado e implementado conjuntamente con la oficina de sistemas, un programa de computación que le dimos en llamar ‘Tablero de Informes de Eventos’.
A continuación explicaremos sucintamente en qué consiste el mismo; en primer lugar se le solicitó a los distintos sectores (Admisión, Guardia, Cirugía, Enfermería, Radiología, Laboratorio, Hemoterapia, etc.) que hicieran un listado de aquellos eventos ocurridos en los últimos años. Luego se les pidió que carguen en este programa (Tablero de Informes de Eventos) todos aquellos eventos adversos predefinidos, que ocurran en cada sector, acompañado de un breve comentario. Una vez ingresado lo sucedido, no se puede eliminar, permitiéndole acceder únicamente a esta información a la Dirección Médica y Supervisión de Enfermería.
De esta forma, ‘ON LINE’, la dirección ve facilitada la supervisión de los distintos sectores y puede actuar en consecuencia.
Lo más enriquecedor de este 'TABLERO DE INFORMES DE EVENTOS', es contar con estadísticas y de esta forma ir monitoreando el funcionamiento de cada área, anticipándonos en la prevención de futuros eventos. Cada acto médico-administrativo que se realice debe ser evaluado y entrenado, la “calidad no está en el control, sino en la gestión.”
Cada vez que mantenemos reuniones de trabajo con los profesionales médicos, vinculadas a la prevención del riesgo médico, todos manifiestan su preocupación y cómo esto influye negativamente en su actuar diario. Además reclaman al unísono más protección institucional, llegando a la conclusión que la mejor protección comienza por uno mismo.
Una alternativa lógica es capacitar y entrenar a todo el equipo de salud en cómo utilizar las mejores técnicas y cuáles son los pasos necesarios realizar, para mejorar la calidad de los servicios, incluyendo la relación médico-paciente.
Tomar como modelo de trabajo las Guías de Manejo Diagnostico y Terapéutica nos ha dado resultado ya que permite medir y evaluar la práctica clínica.
Si bien las ‘Guías’ más habituales entre nuestro sistema de salud sólo incluyen recomendaciones para el empleo de procedimientos, diagnóstico y terapéutico, el desafío fue incorporarle indicadores que permitan medir la calidad del proceso asistencial, incluyendo hechos no deseados en búsqueda de la satisfacción de los pacientes.
Estamos seguros que teniendo en cuenta estas recomendaciones, los reclamos se verían disminuidos.
Las instituciones deben proveer elementos y mecanismos normativos que aseguren una prestación correcta, pero además debemos tomar conciencia de que la prevención del riesgo depende fundamentalmente de cada uno de los profesionales de la salud.