Mesa: Comunicación de Eventos Adversos en Medicina.
A lo largo de su disertación, el Dr. Turnes hizo un repaso en lo que dio por llamar “Protocolo posible para la comunicación de malas noticias”. En este sentido, mencionó que algunos autores refieren que el mismo se divide en seis pasos:
1. Preparación de la entrevista: la misma debe ser cuidadosa y ambientada.
2. Descubrir qué es lo que sabe el paciente previamente: qué intuye y percibe.
3. Reconocer cuánto quiere saber el paciente y respetarlo.
4. Comunicarle la información al paciente, de manera adecuada.
5. Saber responder a las reacciones del paciente y darle lugar a las emociones.
6. Diseñar un plan terapéutico a seguir.
Luego se detuvo en la relación médico-paciente y aludió la obra de la Dra. María del Carmen Vidal y Benito, sobre la cual destacó una serie de pautas a tener en cuenta: “Escuche y observe activamente al paciente demostrando interés: más del 45% del tiempo que dedicamos a la consulta médica requiere emplearlo en el escuchar. Asegúrese de que el paciente verbalice los temas claves. Es necesario detectar los valores, creencias, cultura, preferencias de los pacientes. Respete el marco referencial del paciente, comprenda la perspectiva. Utilice un lenguaje claro y sencillo para que pueda entender según su formación e instrucción. Brinde información técnica con palabras simples. Provea un plan de acción organizado, ya que tiene un efecto psicoterapéutico sobre el paciente. Tenga en cuenta que las preferencias del paciente deben estar fundadas en hechos y no en malos entendidos. Y recuerde que el procesamiento de la información requiere tiempo, dosificación y una alianza terapéutica fundada en la confianza”.
También comentó que existen muchas otras pautas, “en particular las redactadas y aprobadas en septiembre de 2010 por la Organización Médica Colegial (OMC) de España”, sobre las que hizo una detallado punteo. Entre los que se destaca:
- Dar malas noticias es un acto médico y al mismo tiempo un arte que debe ser aprendido, para el que no existen fórmulas ni protocolos rígidos.
- Se debe valorar cuánta información puede asumir el paciente y su adaptación psicológica a la enfermedad.
- En el proceso de comunicación es preciso evitar los tecnicismos que el enfermo y familiares no puedan comprender.
- Hay dos situaciones excepcionales en las que el médico está legitimado para no dar información: cuando el enfermo expresa su deseo de no ser informado y cuando hay una sospecha bien fundada de que la información puede perjudicarle. Es preciso justificar estas excepciones haciéndolo constar en la historia clínica.
- La relación médico-paciente queda muy reforzada cuando la información ha sido adecuada. Conviene mantenerse tan cercano al paciente como se pueda y transmitirle nuestro compromiso de ayuda a él y a sus familiares durante todo el proceso.
- No hay que informar al enfermo de su diagnóstico y pronóstico exclusivamente porque nos obliga la ley, sino porque es un compromiso profesional, ético y humano del médico.
Un capítulo aparte fue el dedica obligaciones éticas de la práctica profesional: “Los códigos de ética médica del siglo XX prescriben reglas de conducta para el relacionamiento entre colegas, al igual que el Código Internacional de Ética Médica. Y entre algunos de los puntos desarrollados, el Dr. Turnes enfatizó en el hecho de no hablar mal de otro colega, y remarcó que “es preferible guardar silencio, recibir todo lo que el paciente o la familia tengan para decirnos, pero en silencio”.
Sobre el final hizo hincapié en algunas cuestiones a tener en cuenta y enumeró: “El ejemplo de los viejos maestros cuando los llamaban en consultas; algunos hechos penales por actitudes derivadas de la falta de conocimiento de responsabilidades médico-legales; y el dar opiniones ligeras o aireadas en el corredor”.
Una vez finalizada la disertación, y a modo de conclusión, el Dr. Rafael Acevedo, Gerente de La Mutual, agradeció la brillante exposición del Dr. Turnes y compartió con el público: “Si se me permite una reflexión, quisiera decir que existen muchos -y distintos- errores médicos que no llegan a un reclamo, y por contraposición, muchos reclamos en donde realmente no ha habido conducta reprochable al profesional. Por eso creo que la buena comunicación con el paciente es uno de los factores que decide –en muchos casos- una u otra situación”.