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Medicina Estética: una especialidad subvalorada


Por Dra. Geraldine Canterios. Médica Cirujana. Coordinadora del Área Médica de La Mutual.



La Medicina Estética incluye un conjunto de actos, técnicas y procedimientos médicos no quirúrgicos, dirigidos a mejorar total o parcialmente los aspectos inestéticos o juzgados así por el mismo paciente, tanto si son constitucionales o adquiridos por cualquiera causa, como los estados de disconformidad general que son consecuencia del envejecimiento fisiológico, con la finalidad de conseguir mejorar la calidad de vida y el bienestar físico y psíquico que tienen que configurar un estado óptimo de salud.

Dentro de los procedimientos incluidos en la especialidad, se encuentran aquellos que necesitarán de algún tipo de anestesia, la cual podrá ser tópica o local, así como también aquellos que requerirán la utilización de algún tipo de aparato, el cual deberá estar debidamente autorizado y homologado.

Solo a modo de ejemplo, se pueden nombrar los siguientes procedimientos:
-Tratamiento de la patología estética del tejido graso, como ser: terapia intradérmica por vía percutánea, mesoterapia, sonoforesis, hidroelectroforesis, electroforesis, iontoforesis, crioelectroforesis, terapias con gases medicinales (oxígeno, ozono, anhídrido carbónico), electroterapia, mecanoterapia (quiromasage, drenaje linfático manual, amassament mecanizado, presoterapia) e hidroterapia.
-Tratamiento de la patología estética de la piel y los anexos: peelings mediante agentes físicos, químicos, lumínicos (láser) y radiofrecuencia, implantes de relleno, microdermoabrasión, láser, dermopigmentación, etc.
-Tratamientos faciales: remodelación labial, blanqueado dental cosmético y tratamiento de la halitosis. 
-Tratamientos corporales: implantes de relleno.
-Tratamiento de la patología estética vascular: esclerosis de venas: química, eléctrica, fotoesclerosis.

Teniendo en cuenta la somera lista comentada ut supra, la Medicina Estética es un área de especialización que convoca e integra a diferentes profesionales de la salud. La demanda por parte de los pacientes y por lo tanto de los profesionales médicos, requiere una amplia y correcta formación universitaria para lograr un saber especializado y sistemático. Dicha formación cubre un espacio entre la cirugía estética y la estética dermatológica requiriendo un conocimiento específico de aplicación clínica y no quirúrgica, es decir, se distingue por ser una práctica ambulatoria y que trabaja en el tratamiento del inesteticismo facial y corporal, aplicando técnicas específicas. 

Argentina, sin lugar a dudas, se caracteriza por tener una población general que se ocupa de manera importante de los requerimientos estéticos de su persona, independientemente de su nivel socioeconómico. Debido a ello, se caracteriza por presentar una gran demanda con una abundancia de establecimientos dedicados al embellecimiento: peluquerías, gimnasios, atención podológica, centros de odontología, centros de cosmetología, unidades médicas y consultorios estéticos y unidades ambulatorias de cirugía plástica. Frente a cada una de las disciplinas anteriormente mencionadas se hace fundamental que el personal se encuentre perfectamente capacitado y entrenado para las labores que ejercerá, obteniendo para ello los títulos correspondientes en relación a su grado de instrucción y nivel académico.

En efecto, nuestro país se consolida como una de las mecas de la cirugía plástica mundial. Durante 2013 se realizaron en el país 287.823 procedimientos –quirúrgicos y no quirúrgicos–, lo que coloca al país en el noveno lugar del ranking mundial, según un informe emitido por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (Isaps, según su sigla en inglés). Los datos fueron recabados por la asociación mediante encuestas remitidas a 2.700 especialistas de 95 países y confirman varias tendencias: el avance imparable del botox, la presencia cada vez mayor de hombres en el consultorio del cirujano y que el aumento de mamas continúa siendo la operación preferida por las argentinas (durante 2013 se realizaron 54 cirugías de “lolas” por día).

Pero el boom de la medicina estética tiene su lado negativo: la proliferación de inexpertos esteticistas y el aumento de demandas por mala praxis. Esto puso en evidencia la alta tasa de profesionales incorrectamente formados y, peor aún, dejó al descubierto que muchos establecimientos no se encontraban ni siquiera habilitados para la realización de los procedimientos y tratamientos que se le ofrecían a los pacientes.

Así, y como principales errores, surgieron: la falta de pertenencia de los cirujanos intervinientes a una Sociedad Científica acreditada, la realización de procedimientos en consultorios inadecuados para ello, falta de una correcta preparación del paciente (sobre todo la falta de solicitud de un correcto pre quirúrgico) y la falta absoluta de una correcta información sobre el procedimiento a realizar, sus posibles beneficios así como también sus riesgos y complicaciones.

Lo antedicho, y si bien llama poderosamente la atención, parecería ser casi una constante, lo que conlleva a que aparezcan efectos indeseables y alteraciones de la imagen que culmina con la presentación de daños biológicos, psicológicos y sociales, en ocasiones inclusive irreparables.

El profesional de la salud debe entender que la medicina estética o estética médica no escapa a la regla de una buena práctica médica, y que cada uno de los procedimientos realizados no se encuentra exento de complicaciones. De hecho, se registra actualmente en nuestro país un elevado porcentaje de personas cuya salud se ha visto mermada por la aplicación de tratamientos con productos inadecuados, mal manejo de técnicas y la acción médica de personal no capacitado para ello.

Por último, y amén de lo ya comentado, y por más que muchos procedimientos parezcan intrascendentes, a todo paciente sometido a una técnica de medicina estética se le debe confeccionar una completa y correcta historia clínica. Y como cualquiera actuación en el ámbito de la salud requiere que la persona afectada haya dado su consentimiento específico y libre, y haya estado informada previamente.


 

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