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Formación de Recursos Humanos en Esterilización Entrevista a la Dra. Helga Sager de Agostini, destacada Farmacéutica especialista en Esterilización y Presidenta de FUDESA, organización sin fines de lucro, integrada por profesionales farmacéuticos comprometidos con la calidad total de los procesos de esterilización y el manejo aséptico. Con ella conversamos sobre la historia y actualidad de la especialización en esterilización, la formación de los recursos humanos y los desafíos a futuro. - ¿Cómo llega FUDESA a las instituciones de Salud? Yo siempre trabajé en instituciones de salud y todo ese tiempo vi la necesidad de capacitación. Por como están dadas las condiciones en nuestro país, consideraba que era bueno formar personal especializado en esterilización. Empezamos con un nivel de tecnicatura, que son los que operativamente hacen la tarea. A medida que pasaron los años me di cuenta que los colegas no tenían el conocimiento suficiente para asumir esa responsabilidad. Hablamos de 40 – 50 años atrás, y por entonces propuse la capacitación a través de un posgrado de farmacéuticos. - ¿Cómo fue recibida la iniciativa en el ambiente? De entrada hubo mucha resistencia y noto que aún hoy las personas viven muy en el presente y no toman conciencia de la incumbencia y trascendencia que tiene lo que hacen. Muchos piensan en trabajar cómodos y dicen “cuanto menos trabajo haya en la central de esterilización, cuanto más material descartable se use, mejor porque así tengo la central prolija…”; pero no reflexionan, por ejemplo, sobre la contaminación ambiental. Ahí la importancia de esterilización, que a través de una planificación coherente de los materiales que se pueden reprocesar, uno puede prevenir problemas ambientales y de salud. - ¿A qué se refiere con problemas de salud? El material que se descarta queda en el área de internación por horas y la enfermera personal se contamina y contamina todo. En el caso de que se reemplace por material de rehúso, tendría que existir la educación y el apoyo organizativo para que ese material sea retirado y reprocesado en el momento, que sería lo correcto. Todo esto seguramente influye en la parte de recursos financieros de la institución porque el costo de utilizar tanto material de descarte es muy importante. También va a producir un desequilibrio en el mercado. - ¿Cómo sería eso? Podemos tomar como ejemplo cuando se pasó de utilizar la jeringa de vidrio a la de material polimérico. Nadie pensó en el perjuicio que significaba para las familias que se dedicaban a la fabricación del vidrio. Ahora es cuestión de reestructurar todo, porque gracias a que hay mayor conciencia en el mundo se están reviendo los perjuicios del uso de los poliméricos, a nivel de contaminación de océanos, contaminación de la pesca, y luego la contaminación nuestra. Es todo un círculo vicioso. Además, ese material es sometido a un descarte, y ese residuo infeccioso a su vez es sometido -generalmente- a incineración, que genera nuevos focos de enfermedades. De este modo generamos enfermedades incrementando su número, sobre todo respiratorias, para luego volver a consumir más. En este sentido, esterilización, con personal con conocimiento suficiente, puede aportar mucho para solucionar todo esto. - En Argentina, ¿cuál es la realidad en las instituciones de salud sobre la capacitación del personal para desarrollar la tarea de esterilización? Tenemos que pensar y expresar lo que ocurre en todo el país. Falta educación básica y es lógico que no abunde personal especializado. Nosotros empezamos a capacitar personal técnico para esterilización en el año 1979, egresando los primeros técnicos en el año 1980. Esto fue una iniciativa de la ciudad de Buenos Aires. A partir del año 2006, al reconocerse el grado de técnico, comenzaron a proliferar las carreras, o sea, instituciones que dictan una carrera técnica para esa especialidad en el país, en parte con fines lucrativos, y el recurso capacitado no tiene un nivel homogéneo. Hay que darle más tiempo. - ¿Además entiendo que requiere de una capacitación continua y actualización permanente? Esto es un problema porque se logra muy espaciadamente y quizá más localizado en determinados centros de algunas provincias. A nivel de farmacéuticos universitarios, comenzamos con la especialización en el año 1995. Actualmente hay varias universidades que dictan el posgrado. Es un comienzo y todavía no hubo tiempo suficiente. Si necesita conciencia a nivel gubernamental, sobre todo sobre las ventajas a nivel de la situación financiera en salud. Se necesita el reconocimiento y también el control. - ¿En qué debería consistir ese control? Lo que falta son auditorías. Hay mucha normativa pero no hay auditorías, que sobre la inspección tienen la ventaja de que son de capacitación y educación. Dan sugerencias y la oportunidad de mejorar. A nivel gubernamental tendríamos que conseguir que se reconociera esa necesidad porque se podría avanzar muchísimo. De alguna manera, el tema de esterilización es de reciente desarrollo y ha ido creciendo por separado de las otras profesiones. Pero de haber una auditoría oficial generalizada, aportaría a esto, porque la auditoria lleva la información a la dirección, a la autoridad superior. Para mí es el camino más directo y urgente de abordar actualmente. - En el caso de las instituciones que llevan adelante un Programa en Control de Infecciones, ¿el servicio de esterilización tiene una participación activa? ¿Qué incidencia tiene en la tasa de infecciones de una institución de Salud? Sí, tiene participación y es valorada. Y tiene una gran incidencia pero todavía no es reconocida. - ¿Cuál es el panorama a nivel mundial en relación al tema de la esterilización en instituciones de salud? Es una preocupación general en el mundo, por eso existe la Federación Internacional de Esterilización Hospitalaria, y en cada país se están llevando adelante diferentes grados de esfuerzo para ir avanzando. La diferencia que tiene Argentina es que fue el primer país que tuvo una carrera de técnicos y hasta hoy el único que tiene una especialización para farmacéuticos, lo cual de alguna manera es una ventaja, si se logra la auditoría. Toda actividad humana no supervisada no sirve porque los errores se cometen siempre. Hay países donde hay personas que sobresalen por su afán de bregar por una mejora dentro de su profesión y la repercusión de ese ejercicio profesional. Por ejemplo, en todo el mundo suelen ser enfermeras las que de alguna manera comienzan a dedicarse a este tipo de actividad y logran diferente nivel de conocimiento y perfeccionamiento. En México es más homogénea la formación porque respetan a los que consideran o ponen como superior. Esa es la diferencia también con los países europeos, donde hay noción de disciplina y compromiso de respetar la autoridad. Hay muchas personas capaces, con voluntad, pero lamentablemente en gran parte se malogra por no tomar conciencia de que vivimos en sociedad y compartir el conocimiento no es propiedad privada. Por Graciana Castelli para APM. |
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